... en
la soledad que impera en mis días y en mis noches,...
... en
el silencio en el que mora mi alma y mi corazón,...
... y
en el frío que aprisiona mis sentidos,...
... osaría imaginar despertarme a tu lado, después de una
noche de delirio,
y sentir el calor de tu cuerpo desnudo junto a mí
mientras descubrimos el nacimiento de
un nuevo día.
... me atrevería a escribir con besos en tu piel las únicas dos palabras que tendría intención de repetirte una y otra vez el resto de mi vida hasta conseguir que las grabases a fuego en tu cerebro... "¡Te quiero!".
... intentaría prenderle
fuego a la lluvia de caricias que te dedicara para limpiar todas las cicatrices
de tu alma y para sanar todas las heridas de tu corazón.